Empédocles (Aprox. 495 – 430 a.C.)

 Empédocles (Aprox. 495 – 430 a.C.)

Pablo Manuel Ramos Vallejo

Albo Jove, alma Juno, Pluto y Nestis,
que en llanto anega sus humanos ojos.

La Concordia unas veces los amista, y en uno los compone;

otros, por el contrario, la Discordia a todos los separa y enemista.

Empédocles

Empédocles, Filósofo materialista e ideólogo de la democracia esclavista de la antigua Grecia. Nació en Acragas, Agrigento (Sicilia), en el seno de una familia ilustre, aproximadamente en el año 495 a.C.

Sobre su biografía, podemos decir que su personalidad está envuelta en la leyenda, que lo hace aparecer además de filósofo, como mago y profeta, autor de milagros, revelador de verdades ocultas y misterios escondidos, ya que fue reconocido por sus habilidades como médico y por sus diligencias relacionadas con la magia y con el chamanismo. Se dice tambiénque fue discípulo de Pitágoras y Parménides y maestro del sofista Gorgias de Leontini.

Su fama como científico y médico-taumaturgo, unida a su posición social, le permitió ocupar importantes cargos en la vida pública; ya que llegó a ser jefe de la facción democrática de su ciudad natal. Siendo un demócrata ardiente, disolvió la Asamblea de los Mil, sustituyendo en magistrado trienal, compuesto no sólo de los ricos, sino también de los instruidos en los negocios populares y plebeyos.

Se dice que era de ánimo contrario al gobierno republicano y que rehusó a la monarquía de su ciudad, rechazando aceptar la corona ofrecida por el pueblo de Agrigento, después de haber colaborado a liberarlo de la oligarquía gobernante, instituyendo en su lugar una democracia. Estas afirmaciones, sin embargo, parecen estar en contradicción con sus propias palabras, ya que, de sus opiniones, cabe concluir que era más aristócrata que demócrata.

Continuando con lo que afirma la tradición, se dice también que cuando perdió las elecciones fue desterrado y fue cuando se dedicó al saber. Recorrió las ciudades de la Magna Grecia y el final de su vida lo pasó exiliado en el Peloponeso. En torno a su muerte, misma que nos sitúa alrededor del año 430 a.C. se forjaron varias versiones, siendo una de las más conocidas aquella según la cual se habría arrojado al volcán Etna, con el fin de que, una vez desaparecido, sus paisanos lo tuvieran por un dios inmortal, pero después fue descubierto, al arrojar la fuerza de las llamas una de sus sandalias, que eran de bronce, de cuyo metal solía llevar el calzado. Una leyenda más benigna dice que se arrojó al Etna para conocer el interior de la Tierra y del fuego, aunque contradiciendo a estos mitos, parece más probable que muriese de forma natural en el Peloponeso.

De sus escritos, en nuestros días se conservan únicamente: los Políticos, el tratado Sobre la medicina, y el Proemio a Apolo. Además de dos importantes poemas objeto de nuestra investigación: uno con ideas cosmológicas, biológicas y filosóficas titulado: De la naturaleza (Peri physeos) y el otro de argumento místico e inspirado en el orfismo, titulado:Las purificaciones. Poemas donde su doctrina parece depender en muchos puntos del pensamiento de Parménides, a quien se supone conoció en un viaje a Elea.

Iniciando con el análisis de estos poemas, diremos que mientras que en el primero Sobre la naturaleza, Empédocles trata principalmente de aducir una explicación física del universo,donde no habría cabida para el problema del alma; en el segundo poema las Purificaciones, se basa en la creencia pitagórica de la transmigración de las almas.

De la lectura de algunos fragmentos se deduce claramente que Empédocles no sólo se acomodó a los cánones de Parménides, sino que su sumisión era consciente. Siendo muy posible además, que tales fragmentos sirvieran de Introducción a su Cosmología.

Parménides había demostrado que la realidad no puede proceder de la no-realidad, ni la pluralidad de una unidad originaria. Pues bien, Empédocles, partiendo de estos mismos principios, replica a los eleatas que, según él, no existió nunca una unidad original, sino más bien cuatro substancias distintas (pluralidad originaria) que existieron desde siempre (eternas), y, que eran : Zeus (fuego), Hera (aire), Edoneo (tierra) y Nestis (agua). Es evidente que Empédocles presenta estas cuatro raíces de todas las cosas en un lenguaje mitológico, únicamente con el objeto de hacer más comprensible su sistema a la gente común. A esto, es bueno hacer notar que Empédocles, postuló la teoría de las cuatro raíces, a las que Aristótelesmás tarde llamó elementos, juntando el agua de Tales de Mileto, el fuego de Heráclito, el aire de Anaxímenes y la tierra de Jenófanes, las cuales se mezclan en los distintos entes sobre la tierra. Estas raíces están sometidas a dos fuerzas, que pretenden explicar el movimiento (generación y corrupción) en el mundo: el Amor, que las une, y el Odio, que las separa. Esta teoría explica el cambio y a la vez la permanencia de los seres del mundo.

Pues bien, según Empédocles, estos cuatro elementos, que llenarían entre sí la totalidad del espacio y no dejarían lugar en el universo para la existencia del vacío, tendrían, en un principio, las mismas características del ser de Parménides, es decir, serían inmóviles y entre ellos no existiría el vacío. Serían eternos, finitos, ingénitos e imperecederos. Constituirían una esfera uniforme en donde ninguno de los elementos de la realidad, serían todavía distinguibles.

La diferencia con Parménides consiste en que la esfera de Empédocles no es una, sino plural. Lo que sucede es que Empédocles no se quedará ahí. Obligado por el sentido común que le hacía ver que la realidad es vil y que, en el mundo, el nacimiento y la muerte eran moneda común, Empédocles, tuvo que abordar el problema de la veracidad de los sentidos. En este contexto rechazará la pretensión parmenídea de condenarlos y, por ello, advierte la necesidad de hacer uso de ellos, así como la importancia que tiene el emplear cada sentido para su finalidad determinada. En definitiva, Empédocles intentará, con su sistema filosófico, hacer compatible la evidencia de la veracidad de los sentidos con la aceptación de los principios establecidos por Parménides. Para ello, Empédocles reanaliza de nuevo el problema del cambio, afirmando que todos los seres se componen de los cuatro elementos originarios (ser o pluralidad originaria) y que, tales seres, cuando nacen o perecen, no están pasando del ser al no-ser o viceversa, sino únicamente experimentando una combinación temporal de dichos elementos. Igualmente, justifica que, para explicar el movimiento y el cambio, no se llega únicamente (como hacían los milesios) con postular la existencia de la materia originaria (causa material) ya que ésta, según Empédocles, por sí misma, nunca podría iniciar el movimiento y el cambio. Para explicar éste, es necesario contar también con la existencia de una causa eficiente. Esa causa eficiente(diferente de la materia plural originaria) será, según Empédocles, el Amor y el Odio.

En definitiva, Empédocles, con el objetivo de hacer frente a las paradojas eleáticas, postulará la existencia de dos fuentes motrices de la realidad: la materia originaria (causa material) y el amor-odio (causa eficiente). Como causa eficienteel amor y el odi – pondrán en movimiento, de una forma u otra, esa masa originaria plural que, en principio, estaría en reposo según Parménides. Las consecuencias de este cambio son muy importantes ya que la unidad originaria de Parménides obliga a tener que aceptar que la realidad es inmóvil. Y la pluralidad originaria de Empédocles permitiría explicar el cambio sin que, por ello, tal cambio, implique el paso del ser al no-ser. Al mismo tiempo, el cambio, que surge a partir de la pluralidad originaria, no sería más que una simple fase dentro del interminable ciclo cósmico.

Por lo que respecta a la descripción del ciclo cósmico, nos damos cuenta que éste constituye uno de los rasgos más peculiares de todo el sistema de Empédocles. Tal ciclo constaba de cuatro estadios: dos estadios polares representados por el dominio del Amor y de la Discordia, y, otros dos de transición, siendo uno la transición del dominio del amor a la discordia y el otro la transición del dominio de la discordia hacia el amor.

En el estadio del dominio del amor, todas las cosas convienen en una por acción del amor. Este estadio representa una mezcla uniforme de los cuatro elementos, y, sería similar a la esfera del ser de Parménides ya que es eterna, finita, inmóvil, y no existe en ella el vacío. Además, si pudiéramos verla, nos sería imposible discernir con claridad ningún elemento concreto, ya que formaría una especie de totum revolutum en donde se hallarían las cuatros raíces de todas las cosas. Por ello, afirma Empédocles, que bajo el dominio del amor todo es, realmente, una única realidad, una única cosa ya que el Universo, en esos momentos, no es ni fuego, ni agua, ni tierra, ni aire. Será la aparición de la discordia la que comience a separar y poner en movimiento tales elementos, permitiendo que se formen cuatro masas homogéneas. Cuando el universo se disgrega en sus elementos, por causa de la discordia, entonces las partes dispersas del fuego se reúnen en un todo, y lo mismo las de cada uno de los demás elementos. Estos elementos volverán a unirse cuando le llegue, de nuevo, el turno a la amistad. En ese momento las partículas de cada uno de los elementos volverían a unirse para formar la pluralidad originaria inmóvil.

Los cuatro elementos o raíces de todas las cosas, parecen abarcar toda la realidad material de Empédocles, pues afirma que en un principio, solo estas cosas existen, por esto podemos deducir que Empédocles diferenciaba claramente entre una causa material (cuatroelementos) y una causa eficiente (amor-odio). Ahora bien, el amor y el odio no son meras fuerzas mecánicas disfrazadas bajo nombres míticos o alegóricos, sino, como lo demuestra claramente la analogía entre el amor sexual y el cósmico, que son fuerzas externas, autoexistentes, que actúan sobre aquellas cosas que aman u odian. Dado que, en esta época, los filósofos presocráticos eran incapaces de imaginarse una existencia sin extensión espacial, Empédocles, representa al amor y al odio como fuerzas materiales. Esta idea es precisamente la que critica Aristóteles cuando afirma, en su Metafísica, que Empédocles sostiene una opinión absurda ya que identifica el amor con el bien (principio motor que une) y con la materia (pues es una parte de la mezcla). También hay que señalar que, según Aristóteles, el amor de Empédocles, transcendería la postura de analogía sexual entre el amor carnal y el cósmico, al defender que el amor y la discordia, de Empédocles, tienen un carácter moral. Esta opinión debe tenerse en cuenta ya que no cabe duda que Empédocles, sufrió en cierta medida el influjo del dualismo de los pitagóricos. Sea una cosa u otra, lo que todo esto demostraría es el gradual proceso del pensamiento griego hacia la aprehensión de lo abstracto. Empédocles daría un paso más en esta dirección y veremos, en el próximo artículo de esta columna Ágora publicada por Crisol de Ideas, cómo Anaxágoras sigue en la misma línea. De todos modos, tendremos que esperar a Platón y, su teoría de las ideas, así como a Aristóteles, y su idea del primer motor inmóvil, para alcanzar la meta definitiva de lo puramente abstracto.

Siguiendo con el tema, diremos que existen algunas citas en donde se nos informa cómo Empédocles se imaginó la disrupción de la esfera dominada por el amor. Siendo evidente que, en los momentos en que domina el amor, la discordia quedaba excluida de la esfera. Esto podemos deducirlo cuando Empédocles hace referencia a la disrupción del dominio de la discordia donde afirma que un benévolo inmortal impulso de amor se iba introduciendo dentro.Esto es lo que nos hace suponer que, ahora, dentro de la esfera, dominada por el amor, aconteció el proceso inverso: la discordia, excluida totalmente en la fase del amor, se fue introduciendo, poco a poco, dentro de ella hasta conseguir una proporción suficiente para afirmarse, cuando acontece, esto es cuando la esfera dominada por el estadio del amorcomienza a ponerse en movimiento y cambiar iniciando la cosmogonía, es decir, la formación del universo.

La causa que explica que se inicie el movimiento o irrupción de la discordia dentro de la esfera dominada por el amor, la tomamos de una cita que nos transmite Aristóteles quededuce la existencia de un juramento que sólo podría romperse cuando se cumple el tiempo fijado, pues Aristóteles nos habla acerca de que la discordia cobra fuerza en sus miembros y alcanza sus prerrogativas, al cumplirse el tiempo fijado por un amplio juramento. Esto parece implicar que el cambio, según Empédocles, sería algo necesario.

Empédocles sostiene que en los primeros estadios de la cosmogonía, lo primero que se separó de la esfera fue el aire que se desparrama en forma circular y cuyo borde exteriorconstituye, por solidificación, el firmamento (periferia solidificada en torno al aire).Posteriormente, el fuego saldría apresuradamente y, al no tener cabida en lugar alguno, se lanzó en forma ascendente. A partir de aquí se formarían dos hemiesferas, que giran alrededor de la tierra, y, en donde, una de ellas está compuesta totalmente de fuego (da lugar al día) y la otra es una mezcla de aire con algo de fuego (da lugar a la noche). Por lo tanto, cuando la media esfera, llena de fuego, está arriba tiene lugar el día y, por el contrario, tiene lugar la noche. De aquí se deduce que Empédocles no tiene para nada en consideración al sol que no es por naturaleza fuego, sino reflejo del mismo. Esto sería interpretado de acuerdo a que la luz de la hemiesfera ígnea sería reflejada por la tierra concentrándose esta luz en una enorme lente que es el sol. Al mismo tiempo, la luna recibiría su luz del sol. Después se separaría la tierra que se solidificaría en medio del todo. Por último, según Empédocles, el agua surgiría en la tierra por efecto de la rotación. Por ello el agua (mar) no sería otra cosa que el sudor de la tierra.

En el ciclo cósmico de Empédocles no solo existen dos estadios (amor-odio) sino otros dos que denominaremos de transición. Estos cuatro estadios están perfectamente claros en el estudio que Empédocles lleva a cabo acerca de los seres vivos y son los siguientes:

Estadio primero: los miembros disyectos. En este estadio los miembros sueltos andaban errantes en busca de unión. Tal unión será llevada a cabo por el azar. Aristóteles en la Físicahace referencia a este estadio, para señalar que aquellos seres que casualmente estuvieron adaptados para la supervivencia sobrevivieron, mientras que los demás perecieron. Esta idea genial ha hecho que muchos consideren a Empédocles como un precursor de Darwin.

Estadio segundo: los monstruos y las deformaciones. En estos fragmentos se describe claramente el período de los seres fantásticos, causados por la incompatibilidad o deformaciónen la unión de los miembros disyectos.

Estadio tercero: las formas completamente naturales. Este tercer estadio da lugar a la formación de seres ya completamente naturales. Son el resultado de la tendencia del fuego a juntarse con su afín, tendencia que es, a su vez, consecuencia del influjo de la discordia, cuya función, como ya hemos visto, consiste en romper la mezcla uniforme de los elementos, fruto del Amor para descomprimirla en cuatro masas separadas. A medida que continúe el proceso de separación surge la distinción definitiva de los sexos.

Estadio cuarto: el mundo actual. Puesto que el mundo en su estado actual pertenece al cuarto y último estadio evolutivo a él se corresponden aquellos fragmentos relativamente numerosos que tratan temas como la botánica o la fisiología en donde trata cuestiones relacionadas con la respiración, la percepción y la conciencia.

De la correspondencia de estos diferentes estadios evolutivos con las diferentes fases de transición cabría concluir lo siguiente:

El primer estadio (miembros disyectos) se corresponde con el dominio del amor.

El segundo estadio (seres monstruosos) se correspondería también con el dominio del amor ya que este estadio se sigue inmediatamente del primero y los seres de los que habla no están definitivamente formados.

El tercer estadio constituye el preludio del 4º estadio (estado actual del universo) que se corresponde con los seres vivos ya formados, es decir, con las formas naturales.

El cuarto estadio (mundo actual) estaría formando parte de la fase de transicióncontrapuesta al amor hacia la discordia y, por tanto, se correspondería con la fase de transición desde la discordia hacia el amor. En definitiva el 3º y el 4º estadio se corresponde con la fase del ciclo que se corresponde con la progresiva disrupción de la esfera por obra de la Discordia.

De la concepción de Empédocles sobre el dominio de la discordia, se deduce que durante el dominio del amor, los cuatro elementos estaban mezclados en una proporción tan igual que toda la esfera no presentaba cualidad alguna diferenciada; mientras que, durante el dominio de la discordia, estos 4 elementos estarían completamente separados en cuatro masas homogéneas. Durante este período es legítimo imaginarse 4 esferas concéntricas cuyos elementos más ligeros (fuego y aire) están fuera de la esfera y los más pesados (tierra-agua),más próximos al centro. En esta fase el amor estaría totalmente excluido mientras que el odiollenaría cada uno de los elementos separados. De todos modos, a juzgar por las insinuaciones de Aristóteles, parece que Empédocles no llevó a cabo una descripción detallada del dominio de la discordia. Igualmente según Aristóteles, Empédocles, pasaría por alto, en su cosmogonía, la fase de transición al dominio del amor. De todos modos aunque la oscuridad de los textos, noaclaran la cuestión de un modo definitivo, en una de las citas se afirma que el amor estuvo en medio del remolino y todas las cosas convinieron en la unidad bajo su acción. Ahora bien, podríamos preguntarnos qué es el remolino o de dónde surgió. Lo más lógico es suponer que Empédocles, al llegar, en su cosmogonía, al punto de la actual formación del universo, pensara que las dos fuerzas motrices (amor y odio) se quedaron en un equilibrio estable en vez de ejercer alternativamente su predominio. 

Luego, hemos visto que el mundo en su estado actual pertenece al cuarto y último estadio evolutivo y que parece representar la fase de transición desde el dominio de la discordia al amor. Pues bien, con el mundo actual se corresponden aquellos fragmentos en donde Empédocles trata temas como la botánica o la fisiología. En estas ramas, Empédocles, aportó importantes contribuciones al pensamiento griego. En los temas de Botánica, Empédocles, afirmó que las plantas fueron los primeros seres que aparecieron y eran, al igual que todas las formas naturales, combinaciones provisionales de fuego, que se movía en dirección ascendente desde la zona baja de la tierra, en busca de la unión con su afín en el firmamento, mientras que la tierra se movería hacia abajo por obra del mismo impulso.

Respecto a la Fisiología los temas más importantes tratados por Empédocles son los siguientes:

La respiración: Según Empédocles todos los seres inhalan y exhalan debido a que existen canales sin sangre, extendidos por la superficie del cuerpo, en la carne de todos ellos. Esta superficie exterior de la piel está perforada en las bocas de dichos canales por numerosos poros, de manera que la sangre se mantiene dentro pero el aire tiene un fácil camino a su través.

Percepción sensorial: La teoría de los poros es también la base de su teoría fisiológica sobre los sentidos. El tamaño de los poros es lo hace que ningún sentido pueda juzgar los objetos del otro ya que los poros de algunos son demasiado anchos y los otros demasiado estrechos para poder captar el objeto. De esta forma unos objetos pasan a través de los poros sin tocarlos, mientras que otros no pueden en modo alguno entrar. A esta primera idea va unida otra que hace referencia a que las cosas emiten efluvios o emanaciones que cuando tienen el tamaño justo para encajar dentro de los poros del órgano sensorial, entonces tiene lugar el encuentro requerido surgiendo la percepción propiamente dicha. Pues bien, como ejemplo diríamos que de los ojos, protegidos por toda clase de membranas, partirían los rayos que iluminan los objetos y de éstos las emanaciones o efluvios que darían lugar a la imagen de ese objeto.

La conciencia: Según Empédocles, todas las cosas participan del pensamiento. Por ello señala que la conciencia se identifica o es muy afín con la percepción. En el hombre, el pensamiento reside fundamentalmente en la sangre que circunda el corazón. Ello se debería a que los 4 elementos aparecen en ella en su más justa proporción. Por ello, al contener por igual a los cuatro elementos, se convertiría en la base de la percepción. Empédocles pensaba que vemos la tierra por la porción de tierra que existe en nosotros mismos, lo mismo sucede con el agua, el aire, el amor o el odio. De todo lo dicho parece que hay que concluir que la percepción y el pensamiento tienen las mismas características de los otros componentes físicos.

Pasando al segundo Poema “Las Purificaciones”, al resumirlo diremos que este Poematrata sobre la caída del hombre y de las prácticas necesarias para su redención. El ciclo parte de la unidad y la paz, cae en el desorden y en la discordia y vuelve a comenzar. Es muy probable que este ciclo del alma le sugiriera a Empédocles la necesidad de elaborar un ciclo cósmico alternante. Sea lo que sea, lo que es evidente, es el paralelismo existente entre los dos poemas. Pues bien, del mismo modo que en el poema físico la discordia creció grandemente en sus miembros y alcanzó sus prerrogativas al cumplirse el tiempo fijado para su retorno por un amplio juramento; ahora, en el poema religioso intenta Empédocles explicar la caída del hombre. La discordia, que es la causa de la disrupción de la esfera cósmica, lo es también de la caída del hombre y su alma. En el ciclo cósmico la fijación del tiempo vendría dado necesariamente por haberse fijado un amplio juramento. Lo mismo sucede con el alma: la necesidad fijaría el período de destierro del alma (30.000 estaciones) estableciendo también un juramento entre el amor y la discordia.

En conclusión, diremos que la física de Empédocles trata de compaginar el carácter inmutable del ser parmenídeo con la constatación de la generación y la corrupción. El resultado es que no existen generación y corrupción en sentido absoluto, sino sólo mezcla y separación de elementos inmutables. Empédocles lanza la tesis de los cuatro elementos como componentes de todo: agua, aire, tierra y fuego. A estas sustancias hay que añadir dos fuerzas, encargadas de realizar la mezcla y la separación, dos fuerzas que hacían que el universo se moviera en un ritmo de vida y muerte: el amor y el odio. El amor une y el odio separa. Al principio reina en soledad el amor y todo es una esfera: el Uno, eterno e inmóvil, en el que los cuatro elementos están mezclados. Luego sobreviene el odio, y, así, la separación. El mundo es una sucesión de ciclos unión-separación. El hombre es también un compuesto de los cuatro elementos, donde la salud consiste en cierto equilibrio entre ellos. El conocimiento es posible porque lo semejante conoce lo semejante: por el fuego conocemos el fuego, por el odio, el odio, por el amor, el amor.Las ideas de Empédocles estaban bastante combinadas, pues sostenía la idea de que los hombres habían sido originalmente dioses, expulsados a la tierra por algún acto de rebeldía, impureza o violencia.

A Empédocles entre otras muchas cosas, se le atribuye un experimento para demostrar la presión del aire como sustancia independiente usando una clepsidra. También el descubrimiento de la fuerza centrífuga y el sexo de las plantas. En astronomía identificó correctamente que la luz de la Luna procedía del Sol reflejado, y que la Tierra era una esfera.

Fuentes verificables afirman que Empédocles fue un filósofo de gran envergadura también entre los egipcios. Además destacó por ser un orador consumado, por lo cual es considerado como el padre de la retórica. Como podemos darnos cuenta Empédocles, fue unpersonaje polifacético: sacerdote, místico, profeta, predicador, médico, poeta, político y filósofo.

Empédocles de Agrigento, el hombre dios, inmortal entre los hombres.

Es Cuanto…

Isauro Gutierrez