Nosotros sí creemos en los líderes de las colonias: Alfonso Martínez
El Método Hermenéutico


Miguel Ángel Martínez Ruiz
La palabra Hermenéutica procede de las raíces griegas: “hermenéucin o hermenéutike” que significa el arte de interpretar en su más amplia connotación. Es muy probable que tenga relación con el personaje mitológico Hermes, de quien se dice era portador de los mensajes de los dioses; por lo cual se dice que la Hermenéutica se relaciona con la comunicación y el lenguaje.
Durante mucho tiempo, particularmente en la Edad Media, la Hermenéutica se refirió a la metodología aplicada en la comprensión y traducción de los textos bíblicos a la lengua latina, procurando una interpretación fidedigna, apegada a los originales. En el Renacimiento se empleó para leer las obras clásicas de los grandes filósofos griegos. La Reforma introduce esta modalidad metodológica para capacitar a los monjes protestantes en la interpretación de La Biblia, desechando las mediaciones de la Iglesia Católica.
A partir de entonces, la Hermenéutica se centró en el campo de la Teología, la Jurisprudencia, la Historiografía y sobre todo la Filología.
La Hermenéutica jurídica se orienta hacia la correcta interpretación del pensamiento descrito en las leyes. La Hermenéutica histórica nos permite interpretar la vida de los hombres en el tiempo y en el espacio a fin de explicarnos la realidad actual. La Hermenéutica en la filología nos es útil para reseñar textos, además de estudiarlos y analizarlos a fin de lograr una interpretación y comprensión adecuadas.
La Hermenéutica empieza a relacionarse con las Ciencias Sociales, adquiriendo la categoría de método a finales del siglo XIX, cuando se genera un movimiento filosófico que se opone a los cánones que regían en la producción del conocimiento en las Ciencias Sociales, rechazando con ello el monismo metodológico de la escuela positivista y la matemática como modelo regulador de la explicación científica. De esta manera se opone al afán predictivo y causalista de la Ciencia Social positiva.
Como consecuencia de dicho movimiento se inició una nueva forma de plantear la problemática social, a la cual se le denominó método comprensivo o interpretativo y sus representantes principales fueron los alemanes Dilthey, Droysen, Simmel y Weber. A ellos se debe el hecho de que la Hermenéutica haya adquirido un rango filosófico.
Los argumentos de estos pensadores tienen marcadas diferencias, quizás el mayor punto en común en su desacuerdo al tratamiento que recibían las Ciencias Sociales, ya que se oponen a considerar a la sociedad como una entidad sujeta a leyes y principios como ocurre con las Ciencias Naturales.
Hermenéutica Clásica
Dilthey les da el nombre de “Ciencias del Espíritu” a las ciencias que se relacionan con el hombre en cuanto a ser social e histórico, proponiendo a la comprensión como “una forma de empatía, de capacidad psicológica o identificación afectiva tal que reactualiza la atmósfera espiritual, sentimientos, motivos, valores, pensamientos de su objeto de estudio”.
Como se puede observar este autor considera a la Hermenéutica como el procedimiento para revivir la vida y la psyche del autor original, pues le interesa la interpretación de la historia a partir de la recuperación del espíritu de la época investigada, rechazando juicios o prejuicios de la actualidad. Esto propiciaba que el investigador hermenéutico se convirtiera en contemporáneo del autor y el texto analizados, dando lugar a un distanciamiento respecto a su propio tiempo.
Dilthey agrega: “Denominamos interpretación a la comprensión técnica de manifestaciones de la vida fijadas por escrito. La interpretación es obra del arte personal y su aplicación más perfecta depende de la genialidad del intérprete; y ciertamente descansa en la afinidad potenciada por la familiaridad con el autor por el estudio constante. Esta interpretación, por su dificultad y su importancia ha sido objeto de un trabajo enorme por parte del género humano… Por lo mismo que esta genialidad es tan rara, y la interpretación tiene que ser practicada y aprendida por gentes dotadas”.
El énfasis que le da Dilthey a la comprensión puede deberse a que es el punto coincidente con los otros autores anteriormente citados, por lo que la comprensión o Verstehen en alemán se le considera como la parte medular de las Ciencias Sociales, a pesar de que cada uno de ellos tenga sus propios puntos de vista.
Weber aporta elementos más claros sobre el Verstehen dentro de la sociología comprensiva. Según este autor, la comprensión es “El método que presenta los objetos de estudio en una relación de valor que hace que dichos objetos se nos presenten relevantes, con una significatividad que no poseen los objetos de las ciencias naturales. El investigador llega a la comprensión de tal significado porque puede compartir con el objeto los valores a los que atribuye significado”.
Carr y Kemmis proponen el siguiente ejemplo: “El metal se dilata al calentarlo, esto nos explica el sentido en que se conduce un metal caliente, pero no afirma nada sobre la manera en que los metales interpretan su propio comportamiento”.
En esto radica la gran diferencia entre las Ciencias Naturales y las Ciencias Sociales, pues un investigador dentro del campo de las Ciencias Sociales puede conferir ciertas categorías que a priori haya desprendido de una teoría sin dejar de considerar que su objeto de estudio es otro sujeto que confiere un sentido específico a sus acciones.
Para Weber el comportamiento humano está constituido por acciones con sentido para quien las realiza y pueden ser comprendidas por otros en el momento en el que se comparte o entiende el sentido que les confirió el actor individual. Lo que lleva al investigador a una interpretación del fenómeno. De aquí se desprende un concepto fundamental de este enfoque: la noción de “significado subjetivo”. Por lo tanto una de las finalidades de la Ciencia Social comprensiva consiste en descubrir esos significados para hacer inteligible la acción.
La comprensión que propone Dilthey mediante la interpretación de textos y que desarrolla Weber a través del diálogo e intercambio de significados, nos permiten apreciar al lenguaje como el medio esencial a través del cual la conducta humana se hace comprensible a la Ciencia y se torna en un elemento central de interpretación.
Hermenéutica Moderna
El filósofo y filólogo George Gádamer hace coincidir la postura de la Hermenéutica clásica de Dilthey y la Hermenéutica de la vida de Heidegger, dando lugar a la neo-hermenéutica o hermenéutica moderna. Para Gádamer, “todo entendimiento auténtico exige interpretación y toda interpretación quiere decir interpretación de un lenguaje… la interpretación será concebida como transposición (traducción) de un lenguaje (texto a nuestro lenguaje)”.
Esta postura da al investigador una situación diferente, pues considera que debe existir un distanciamiento reflexivo del texto original y a la vez tiene que realizarse una interpretación de acuerdo al condicionamiento histórico de su propia comprensión y de su propio compromiso con el presente.
Gádamer señala además, la regla básica del trabajo hermenéutico: “de
que el todo se debe entender a partir de lo particular y lo particular a partir del todo”.
Esquemáticamente se está planteando que se seguirán círculos concéntricos del todo a la parte y vuelta al todo. Este círculo hermenéutico se puede entender como una etapa previa para llegar a la comprensión, partiendo de un saber para saber. Se trata, pues, de una visión y comprensión de la totalidad que deseamos interpretar, la cual puede presentarse mediante teorías, conceptos o acercamientos empíricos, es como adentrarse en las partes que lo integran para lograr interpretar cada una de estas partes a fin de adquirir una significación distinta a la anterior, es decir una visión más completa de las partes analizadas.
Wittgenstéin es otro pensador cuya contribución en la neo-hermenéutica se considera fundamental, sobre todo en su última época, durante la cual produce la llamada filosofía analítica del lenguaje, la cual también se ve fortalecida por Peter Winch. Al decir de estos autores, el juego lingüístico remite una forma de vida o contexto tipo, por lo tanto “la sociología es una comprensión de las reglas que siguen las acciones humanas en un contexto de interacciones mediadas lingüísticamente”. Estos tres pensadores han establecido las bases fundamentales para la conformación de la Ciencia Social comprensiva y han dado pauta a la generación de las corrientes lingüísticas actuales.
Hermenéutica Crítica
La postura más reciente se ha generado en la Escuela de Frankfurt: La Hermenéutica Crítica, en la que el filósofo Habermas sigue la línea fenomenológica hermenéutica y las aportaciones wittgensteinianas, y aporta una nueva perspectiva sustentada en los siguientes juicios:
– Se busca analizar a la sociedad occidental capitalista y proporcionar una teoría que posibilite a la razón emancipadora, las orientaciones para caminar hacia una sociedad buena, humana y racional.
– Considera que los métodos interpretativos (fenomenológico-hermenéuticos) no pueden suministrar una base adecuada para las Ciencias Sociales ya que “reducir las ciencia social a una explicación de significados subjetivos, pasa por alto que si bien éstos caracterizan la vida social, a su vez están condicionados por un contexto objetivo que limita los alcances de las intenciones individuales, así como las posibilidades de su realización y en este caso el planteamiento interpretativo no está en situación de valorar en que medida, cualquier forma de comunicación, puede hallarse sistemáticamente distorsionada por las condiciones sociales, culturales o políticas imperantes”.
En este contexto la Ciencia Social Crítica trata de ofrecer a los individuos un medio para concientizarlos de cómo sus objetivos, propósitos y acciones pueden haber sido distorsionados o reprimidos y abrirles una posibilidad en la búsqueda de sus metas.
Habermas intenta conformar una Ciencia Social Crítica, conciliando el entendimiento o comprensión interpretativa con la explicación causal. De esta manera se reivindica el lugar de la Hermenéutica, incorporándole sustentos y aportaciones de la teoría marxista, complementando el círculo hermenéutico de Gádamer al postular que la totalidad se ha de comprender dialécticamente y la dialéctica hermenéuticamente.
Weiss en su texto interpreta lo anterior de la siguiente manera: “la hermenéutica crítica tiene que tomar en cuenta la reflexión sobre la subjetividad del intérprete y la distancia entre ella y el interlocutor (texto, diálogo), esta reflexión tiene que hacer referencia a procesos y estructuras sociales objetivas. Esto significa que en primer lugar, el intérprete tiene que incluir el análisis de los fenómenos de dominación y enajenación (desde las consignas institucionales más evidentes hasta los mecanismos más inconscientes) en la reflexión de su propia posición y en la del interlocutor (texto, autor)”.
“En segundo lugar, implica que el intérprete tiene que incluir la reflexión sobre su propia situación histórico-social, sobre la del interlocutor (autor, texto) y sobre la distancia entre ambos”.
Como conclusión podemos decir que el hermenéutico asume su responsabilidad al hacer explícitos sus marcos de referencia y los métodos o procedimientos que utilizará para distanciarse reflexivamente del texto,diálogo, evento, etc., a fin de que el lector pueda discutir sus implicaciones.