El Estado Laico (La Educación)

 El Estado Laico (La Educación)

Edith Campuzano García

Según nos cuenta Platón en el diálogo que realizó a Protágoras, para que lo utilizara como una herramienta intelectual que le serviría de defensa y protección de los más sublimes derechos de su ser, ese poder de sabiduría se denomina, EDUCACION.

Pero no la educación impartida desde fundamentos religiosos, ya que, aunque no los cuestiona, tampoco se basa en ellos, sino desde la más pura y cristalina libertad de pensamiento, no con influencias de cultos, sino basada en los progresos del resultado de la ciencia y en la continua búsqueda del desarrollo armónico de todas y cada una de las facultades del ser humano.

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos guarda celosamente, dentro de su parte dogmática, el artículo tercero, el cual es el único regulador de lo que debería de ser la enseñanza en nuestro país, en el cual encontramos valores universales como democracia, justicia, por supuesto libertad de creencias y amor a la patria, el cual debería ser inculcado en todos y cada uno de los hijos de este México, que llora día a día al verse vulnerable a la voluntad de sus gobernantes.

¿Y cómo vamos a amar y honrar a nuestra patria, con el  sistema educativo  carente de valores que tenemos?  ¿Con Instituciones que  implementan planes y programas que, más que tratar de sembrar en los mexicanos ese sentimiento nacionalista, buscan hacernos olvidar que en algún momento en la historia, hubo individuos de conciencia liberal, que a toda costa buscaron que México, nuestro México, fuera una Nación libre y respetuosa de los derechos de los individuos? ¿Cómo desarrollar las facultades del ser humano, si nos tienen encerrados en la ignorancia, la pobreza, las servidumbres y los fanatismos?

El mencionado artículo constitucional, de manera clara y precisa determina que la educación en nuestro país será Laica, al establecer “que se mantendrá por completo ajena a cualquier doctrina religiosa” “que las corporaciones religiosas, los ministros de los cultos, las sociedades por acciones, que exclusiva o predominantemente, realicen actividades educativas, y las asociaciones ligadas con la propaganda de cualquier credo religioso, no intervendrán en forma alguna en planteles que impartan educación primaria, secundaria y normal y la destinada a obreros y a campesinos

Es notorio que más o menos desde hace 9 años, ha habido un significativo incremento de escuelas y universidades manejadas por el clero,  ya que si bien es cierto que logran fomentar valores en el ser humano, también los ciegan a otras ideologías existentes, no cumpliendo con la libertad de cátedra e investigación, el libre examen y discusión de las ideas, acabando así, con la libertad de pensamiento, valor por excelencia del Laicismo.

De gran importancia es que se actualice la educación en México, y no me refiero solo a los contenidos educativos de los planes y programas que se aplican, sino que se tomen en cuenta en todos los niveles y en todos los planteles, laicos o no, los valores universales ya olvidados y que tanta falta nos hace recordar e inculcar en nuestra sociedad, en una sociedad dolida por encontrarse en ella, a tantos jóvenes sumidos en los más graves vicios, integrantes de familias disfuncionales, delincuentes, que justifican sus conductas reprochando la situación de nuestro país, no tomando en cuenta que es su vida, su propia vida la que se pone en juego a causa de la falta de información y de una educación integral que en vez de sumergirlos en la más terrible obscuridad, los ayude a creer en sí mismos y en que en verdad, reafirmen que son el futuro de nuestra patria.

A ciento cincuenta años de la Declaración de las Leyes de Reforma, en donde los liberales de esa época, encabezados por el presidente Juárez,  otorgan la libertad de profesar la religión que se desee, pero separando los asuntos  públicos o civiles del clero, aún seguimos luchando porque lo anterior se realice cabalmente, seguimos en la búsqueda de un país en donde se cuente con ungobierno y una educación laica, que realmente despierten la conciencia y desarrolle al ser humano, formando seres humanos cuyos conocimientos y valores sean beneficio de la colectividad.

Es trabajo de todos el construir una sociedad  democrática, justa y libre, dotada de instituciones públicas imparciales, que garanticen la dignidad de la persona y de los derechos humanos, asegurando a cada uno la libertad de pensamiento y de expresión, así como la igualdad de todos delante de la ley, sin distinción de sexo, de origen, de cultura o de convicción, lo cual solo podremos conseguir asegurándonos de que no solo la educación sea privilegio de algunas clases, sino que puedan tener acceso a ella todos los que lo  deseen , y que sea tan buena, que no solo las instituciones de educación pública sean elegidas por padres de familia cuyos recursos económicossean escasos y no cuenten con otra opción, sino que todos nos sintamos orgullosos de que nuestros hijos  estudien en ellas.

Hoy ante la crisis de valores universales y humanos, el país demanda una educación que contribuya a la mejor convivencia, a re enaltecer la dignidad de la persona, la integridad familiar y la búsqueda continua del beneficio de las mayorías.

Demanda, el no permitir que nuestros buenos estudiantes y profesionistas, tengan que abandonar su país en la búsqueda de empleos, a lugares en donde son realmente valorados y cotizados todos esos conocimientos que algún día y en algún momento, buenos maestros en su patria les compartieron. Demanda mejorar las leyes e instituciones que regulan la educación en nuestro país, implementar planes y programas que formen hombres y mujeres competitivos, y  preparados para dar la batalla en este mundo globalizado en el cual solo algunos podrán sobresalir.

Que los espacios educativos, estén destinados a docentes capaces de cumplir con su deber. No permitamos que profesores de carrera y de vocación, de ideologías liberales y verdaderamente preparados, tengan que verse en la necesidad de refugiarse en instituciones privadas en donde impera la religión, a causa de un sistema en donde solamente pueden ingresar a universidades públicas docentes que corren con la suerte de tener algún lazo de parentesco, amistad o simplemente como decimos los mexicanos, cuenta con buenas palancas para acomodarse, no tomando en cuenta el valor de su preparación, que tanta falta le hace a los que realmente tienen el deseo y hambre de conocimientos y que, sin lugar a dudas, tienen mucho que aportar para la formación de hombres y mujeres  productivos, de beneficio para ellos y para la sociedad.

Vemos con tristeza que las aulas están desiertas a causa de paros, plantones y marchas de maestros, que en vez de encontrarse realizando su labor, tienen la necesidad de salir a las calles pidiendo el reconocimiento de un salario digno, equitativo y justo, acorde con sus necesidades familiares, no encontrando eco en sus demandas y peticiones, repercutiendo en la instrucción de sus alumnos.

Y que decir de la aplicación de las  pruebas enlace, a través de  las cuales supuestamente nos damos cuenta del nivel de enseñanza que tienen nuestros educandos, ya que, de acuerdo a los comentarios de ellos mismos, afirman que los resultados que se obtienen por los que califican dichas pruebas, son alterados o simplemente, solo las aplican a los alumnos y planteles previamente escogidos.

No esperemos señores y señoras, que mediante éste estilo de educación arreglemos todos los problemas que nos atañen como nación, pero, lo que si nos corresponde es hacer que nuestros jóvenes despierten su curiosidad por conocer o distinguir lo servible de los inservible, la mentira de la verdad y lo justo de lo injusto; para que sean y hagan felices a quienes los rodean para que consoliden, fortalezcan y logren, el México que tanto anhelamos. Es cuanto.

Isauro Gutierrez