Jano, el dios de las puertas

 Jano, el dios de las puertas

Ángel Alvarado Raya

 

Este artículo es una prueba más de que las grandes festividades de la iglesia católica provienen de viejos rituales en distintas culturas, la navidad deriva de las antiquísimas costumbres de la celebración del solsticio de invierno, los regalos, abrazos y buenos deseos proceden de las añejas fiestas de guardar en Europa, donde, se danzaba alrededor del fuego y se regalaba parte del producto de la cosecha a los invitados.

En nuestro país y en particular en el Bajío Michoacano estas fiestas de guardar se traducen a las viejas fiestas del combate (convite) donde se obsequiaba en las distintas haciendas bebida y comida en honor a los frutos cosechados.

La tradición del año nuevo procede de las fiestas de Jano, donde se desean buenas esperanzas en un nuevo ciclo que empieza.

Jano (en latín Janus) es, en la mitología romana, un dios que tenía dos caras mirando hacia ambos lados de su perfil, padre de Fontus. Jano era el dios de las puertas, los comienzos y los finales. Por eso, le fue consagrado el primer mes del año (que en español pasó del latín Ianuarius a Janeiro y de Janero derivó a Enero).

Su representación habitual es bifronte, esto es, con las dos caras mirando en sentidos opuestos. Se le pinta, además, teniendo una llave en una mano y un bastón en la otra, significando lo primero, que abre la puerta del año, razón por la que le consagraban al primer mes; la vara larga que sostiene sobre su mano izquierda es representativa del poder celestial, y el gallo representa a los heraldos del sol, que estaban consagrados al Dios Mercurio.

Es el dios de los cambios y las transiciones, de los momentos en los que se traspasa el umbral que separa el pasado y el futuro. Su protección, por tanto, se extiende hacia aquellos que desean variar el orden de las cosas. Se le honraba cada vez que se iniciaba un proyecto nuevo, nacía un bebe o se contraía matrimonio, es decir en el comienzo de una nueva etapa.

Fue el rey más antiguo del Lacio de que hace mención la fábula y la Historia. Era hijo de Urano o del Cielo y de Hécate; Otros dicen que nació en Atenas y que cuando fue hombre equipó una flota con la cual se dirigió a Italia, donde hizo varias conquistas y edificó una ciudad que llamó de su nombre Janícula. Suponen algunos que, durante su reinado en el Lacio, Saturno expulsado del cielo, se refugió en sus dominios. Fue tal la buena acogida que Jano dio a Saturno, que agradecido éste, le dotó con el doble conocimiento de lo pasado y lo futuro. Por esto se representa a aquel rey con dos rostros, el anterior para indicar que conoce todo lo que ha de venir, y el posterior todo lo que ha sucedido.

Comenzaban los antiguos romanos sus ceremonias religiosas invocando a Jano, porque estaban en la creencia que presidía a todas las puertas, a todas las entradas y que no se podía llegar sin él hasta donde están los demás dioses.

Tenía Jano un templo en Roma donde su estatua descansaba sobre un pedestal en el centro del mismo, mirando hacia las puertas de Oriente y Occidente, esta posición reflejaba su dominio sobre las actividades humanas, ya que al dirigir su mirada hacia los solsticios ascendentes y descendentes astrológicos, eran un benefactor regulador de la armonía del cosmos.

El templo estaba cerrado en tiempo de paz y abierto en tiempo de guerra. Las puertas estaban cerradas con cien cerrojos y con barras de hierro, a fin de que fuese más difícil abrirlas, significando con esto que la guerra, que es el más cruel azote para la humanidad, jamás debía emprenderse ligeramente.

Declarada la guerra, abría el templo el Cónsul, vestido con la trábea quirinal, que era una toga que tenía entretejidas o sobrepuestas muchas listas de grana, a modo de galones. Penetraba luego el pueblo en el templo, en el cual estaban colgados los sagrados escudos llamados “ancilia”, sobre los cuales daban golpes diciendo: ¡Marte, despierta!

 

Jano y la Mitología:

 

Los antiguos latinos reverenciaban a Jano como un dios benéfico que velaba por la prosperidad de las familias e impedía la entrada de seres malignos en los hogares. De ahí, tal vez el nombre árabe de “zahuán”, dado a la puerta principal de las casas o “Janícula” en México abrir la puerta.

Como todos los dioses de la naturaleza era guía de las almas y como a Osiris se le llama sol, teniendo bajo su custodia las puertas de Oriente y Occidente.

Los etruscos lo relacionaban con el cielo y hacían de él una personificación del año. Sus templos tenían doce altares, uno para cada mes del año y su forma era cuadrangular que representaba a las cuatro estaciones del año, en cuyo lado sur se colocaba su estatua fundida en bronce.

Semejante al Mitra de los Persas, es mediador entre los mortales y los inmortales, el que eleva las plegarias de los hombres a los pies de las divinidades.

 

Jano y la Astronomía

 

En la antigüedad, los solsticios junto con los equinoccios eran llamados puertas del cielo (janus Coelli), pero en particular los solsticios, ya que estos determinan el paso de las dos grandes fases en que la naturaleza ofrece sus frutos y los cambios más notables y opuestos: el verano y el invierno.

El día primero de este mes se ofrecía un sacrificio llamado Janual, compuesto de vino y frutos. Los próceres iban en procesión al capitolio y todos los ciudadanos se hacían presentes.

Esta tradición ha perdurado hasta nuestros días a través de los aguinaldos de Navidad y las felicitaciones de año nuevo (celebrando a los siete días del solsticio de invierno o del nacimiento del hijo del hombre) y el día de los Reyes Magos (efectuado a los 13 días)

 

Jano y la Astrología

 

En la época de los solsticios, el sol entra en los signos de cáncer (verano) y capricornio (invierno), cuando presenta su máxima declinación septentrional y meridional, respectivamente.

El solsticio de verano es expresión de la actividad vital, manifestada al exterior. También se relaciona con la canícula y todo el esoterismo de la carta “la luna”, décimo arcano mayor del Tarot.

En cuanto al solsticio de invierno, éste se relaciona siempre a la natividad y es expresión de la actividad vital manifestada al interior (frutos y productos de la vida espiritual).

 

Jano y el Cristianismo

 

Los cristianos sustituyeron el “Janua” o “janus” etrusco y su equivalente Saturno de los frigios y griegos por los dos SAN JUAN, nombre que significa la gracia, o mejor dicho el don de dios. No obstante se encuentran un gran número de San Juanes en el calendario, pero de estos sobresalen:

SAN JUAN BAUISTA que representa al solsticio de verano.

SAN JUAN EVANGELISTA que representa al solsticio de invierno.

Se dice que San Juan Bautista y San Juan Evangelista son los patrones de la Francmasonería simbólica, de ahí que las principales cenas del año masónico son en el solsticio de verano y el de invierno.

Dentro del templo, los solsticios están representados por las dos columnas que son los lados hacia donde se inclina el sol en su trayecto anual, mismas que marcan el Nec Plus Ultra de la marcha aparente del aprendiz.

Hay quien dice que estas fiestas son dedicadas realmente a San Juan el Limosnero, Gran Maestro de los caballeros de San Juan de Jerusalén, orden surgida en el siglo XVIII y que fue el patrón más amado y venerado de los templarios, y se le considera el precursor de la cruz roja internacional.

 

Fuentes de consulta:

Fernán Caballero (1796-1877, La Mitología contada a los niños

e historia de los grandes hombres de Grecia)

http://es.wikipedia.org/wiki/Jano

www.jano.com.mx

www.e-torredebabel.com/Mitologia/mito

abcdioses.noneto.com/roma

www.jano.ws /dioses Roma

Isauro Gutierrez