El árbol, simbolismo y misterio

 El árbol, simbolismo y misterio

Y de la madera de sándalo hizo el rey balaustres para la casa de Jehová y para las casas reales, arpas también y salterios para los cantores; nunca vino semejante madera de sándalo, ni se ha visto hasta hoy.  1 Reyes 10:12

Jorge Rocha Trujillo

 

 

Los celtas, una etnia con infinidad de seres fantásticos tales como hadas, gnomos, silfos, duendes y enanos, tenían que procurarse lugares para acomodarlos. Así es como surge la preocupación y el respeto por la vegetación, por la hierba, por los árboles; el bosque se erige, todo él, en santuario celta, y sus árboles, con las raíces buscando las profundidades de la tierra y las ramas abriéndose hacia el horizonte del espacio exterior, simbolizan la relación constante entre lo que está arriba y lo que está abajo, entre lo inmanente y lo trascendente.

 

Los celtas consideraban a los bosques llenos de vida y muy especialmente a ciertos árboles de la familia Quercus, entre los que destacaba el encino, al que consideraban como un árbol bendito y cuando ardía, tenía la virtud de curar enfermedades. En el caso del roble, se hacía patente su carácter totémico que se le consagraba al dios celta Dagda.

 

El árbol de la vida es uno de los símbolos cabalísticos más importantes del judaísmo. Está compuesto por 10 esferas (sefirot) y 22 senderos, cada uno de los cuales representa un estado (sefirá) que acerca a la comprensión de Dios y a la manera en que él creó el mundo. En el Génesis, Eva, tentada por el Mal, decide desestimar la prohibición de Dios e induce a Adán a comer, junto con ella, el fruto del árbol del conocimiento del bien y el mal. Él, por supuesto, accede. De ahí, de acuerdo con la tradición judeocristiana, se origina la caída y el lamentable estado en el que nos encontramos. Es bellísimo, por el lado que se le vea. Eva, la primera mujer, surgió de la costilla de su compañero Adán, si ha salido de un órgano de mayor importancia, se imaginan amigos lectores? simplemente no nos la acabaríamos. Quiere decir que el primer hombre poseía en su esencia lo masculino y lo femenino. De acuerdo con esta tradición, de los expulsados del paraíso se origina la especie humana y el aprecio por el conocimiento, fruto de la desobediencia.

 

El árbol tiene un significado simbólico en todas las culturas del mundo. Con sus funciones protectora y nutriente, representa a la diosa madre. Profundamente arraigado en la tierra, extrae el agua del suelo y trata de alcanzar el cielo y la eternidad, de modo que actúa como eje del mundo o axis mundi. El árbol está relacionado con el simbolismo de los pilares y las montañas. Cada árbol, especie y grupo de árboles posee sus propias asociaciones simbólicas. Los árboles de hoja perenne representan la inmortalidad, mientras que los que producen frutos se consideran árboles de la vida; los bosques tienden a ser lugares mágicos, donde ocurren misteriosos fenómenos. No hay como una meditación en medio de un bosque.

 

El árbol articula toda la idea de cosmos al vivir en una continua regeneración. Refleja como ningún otro el simbolismo de la verticalidad, de la vida en completa evolución, en ascensión permanente. El árbol permite establecer comunicación con los tres niveles del cosmos: el subterráneo por sus raíces, la superficie de la tierra por medio de su tronco y ramas, y las alturas a través de su copa y ramas superiores. Contiene los cuatro elementos: el agua que fluye en su interior, el aire que hace contacto con todo su follaje, la tierra integrada a su cuerpo a través de las raíces y el fuego que surge de su fricción, pero también representado por sus frutos.

 

Finalmente, podemos ver ese símbolo de la Vida y de la  Fertilidad actuar de forma mucho más concreta en el mundo material; porque el árbol nos protege con su sombra, purifica nuestro aire, nos alimenta  con sus frutos, nos calienta  con su madera e incluso nos puede mejorar la salud a través de sus propiedades terapéuticas, que han dado lugar a toda una ciencia curativa conocida desde antiguo. Por todo ello  se merecen ser respetados y protegidos de la destrucción indiscriminada, causada por descuido, intereses económicos, especulación…

 

Cuidemos nuestros árboles porque son uno de nuestros grandes tesoros. Recuerden, estamos viviendo clima hostil que tiene como origen la falta de respeto al ambiente y en particular al árbol.

Isauro Gutierrez