POETA (a mi padre)


Teodoro Barajas Rodríguez
Es un lagrimar de nostalgias
Ausencias salpicadas de estrellas
Llueven tus palabras
El logos que incendiaste
En plena mañana de bruma
El eco del logos resplandeció
Por las callejuelas del alma.
Haces falta poeta
Por el camino de la estrofa
En el café lector
En la madera calada
Bajo una imperturbable bóveda celeste
T e fuiste como peregrino
En busca de la palabra perdida
Caminas entre un ejército de luceros
Te extraña el pincel, la acuarela
El cuaderno de notas
Vives entre nosotros
Acá tus versos, ahí los nuestros
Tú eres el poeta
El nigromante del logos
Paracho Mich; 11 de agosto 2018
CARTA A MI PADRE
Papá, te escribo algo así como un telegrama instantáneo, pulsaciones del alma entretejidas de palabras luego de releer tus versos. Hace meses partiste a otra esfera, podemos decir que te mudaste a las estrellas, allá en otro rumbo en donde germina la poesía. Acá todo continúa, tenemos un planeta que asoma múltiples confusiones a la vez que contradicciones forjadas en la naturaleza humana.
Tú impulsaste los recitales poéticos, congregar espíritus inquietos que hacen patente su fe en este mundo fue una tarea edificante en medio del desconcierto y la violencia que muerde. Tus manos hicieron guitarras, colores y poemas, tu ausencia es notable porque está presente a cada momento, no sé cómo explicar el duelo porque cada cual lo vive de modo diferente. Recuerdo nuestra conversación inacabada, el primer poema supervisado por ti hace 40 años, si, nunca lo olvido, una tarde de 1978.
Libros y más libros, música, conversación exquisita, discusiones de muchos temas. Me maravillaba cómo acumulabas tanto conocimiento, navegar en las olas de tu cultura general fue un deleite, descubrir signos de revelación de múltiples tópicos fue alimento.
Profesor y artesano, artista, un hombre libre. Ahora que me he comunicado con mis hermanos para saber cómo se organizaba el recital vinieron a la mente muchos momentos, años, días, estampas de diversa índole. Aún me resulta extraño saber que no estarás, aunque suene contradictorio también estás porque tu convocatoria es latente.
Lo celebrarás porque se que dirás que habrá poesía. Aunque las fauces de la guerra devoren, el fanatismo cabalgue, el odio de unos cuantos erosione la fraternidad la flagelen seque no todo está perdido, pensarás que tenemos el gusto y privilegio para reunirnos hoy para mantener tu esencia y darnos el tiempo de hablar de poesía.
Aquí estamos juntos, tu sangre, tus amigos y hermanos para observar el cosmos desde tu ventana cafetera, desde el sitial del verso para agradecerte la oportunidad de estar aquí y el alto honor de ser tu hijo.
Teo
