Las canteras del Rey Salomón

 Las canteras del Rey Salomón

Jerusalem, Israel – October 14, 2017: Underground halls and passages of meleke limestone Zedekiah”u2019s Cave – King Solomon”u2019s Quarries – under Old City of Jerusalem

La Caverna de Sedecías (en hebreo: Mearat Tzidkiyahu), generalmente conocida como las Canteras del Rey Salomón, es una profunda caverna cuya apertura se encuentra bajo la muralla de la Ciudad Vieja de Jerusalén, cerca de la Puerta de Damasco, extendiéndose por cientos de metros bajo la superficie de la ciudad en dirección al Monte Morió, es decir el lugar donde estaba erigido el Templo del Rey Salomón.

 

La entrada de la caverna, que se había perdido en el curso de siglos de vandalismo y abandono, fue redescubierta sólo en 1854. La apertura está en la base de la muralla, unos 200 metros al norte de la puerta de Damasco y cerca de la Puerta del Rey Herodes. Es una de las cavernas más grandes de Israel, midiendo unos 2,320 metros de longitud y con una  circunferencia de alrededor de 900 metros.

 

Según una tradición, la caverna se extiende hasta la planicie de Jericó, varias decenas de kilómetros al este de la ciudad. Se dice que el rey Sedecías, último rey de Judá (579-686), huyó por esta caverna cuando Jerusalén cayó en manos del rey de Babilonia Nabucodonosor, en el verano de 587 a.C.

 

Fue Flavio Josefo, el gran historiador judío del siglo primero a.C., quien por primera vez designó a la caverna como “Caverna Real”. Posteriormente fue conocida como “Las Canteras de

Salomón”. No podemos saber a ciencia cierta la época en que fue explotada la caverna como cantera, es decir, si efectivamente data de la época salomónica, pero su uso como cantera de piedras para la construcción es indiscutible. Hasta hoy los enormes bloques a medio cortar dan mudo testimonio de este hecho.

 

El principal tipo de piedra que se encuentra en la caverna es una piedra caliza blanca cuyo nombre local es MELECH (en hebreo: rey) es decir. “piedra real”. Esta piedra es muy apta para el uso en la construcción y, aunque no es muy dura, no se descascara. Es posible cortar bloques muy grandes de esta piedra que se endurece después de haber sido expuesta a la intemperie y la luz solar.

 

La piedra cerca de la entrada de la caverna es distinta, de un tipo llamado “mizzi-helou” es decir, piedra “dulce”. Es una piedra que se labra fácilmente a lo largo de sus estrías, lo que impide su uso en grandes bloques. Existe también un tercer tipo de piedra en la caverna, la llamada mizzi-ahmar o “piedra roja”.

 

La caverna está dividida en cámaras separadas por anchas columnas dejadas por los canteros para reforzar el techo. En las cámaras interiores se puede apreciar los rastros de la técnica empleada por los canteros para cortar los grandes bloques de piedra.

 

Los trabajadores perforaban ranuras en la pared de la caverna e insertaban en ellas cuñas de madera seca. Luego, mojaban con agua las cuñas hasta que la expansión de la madera hendía la piedra a lo largo de las ranuras. Este sistema primitivo de sacar piedras es empleado hasta hoy en muchas partes del mundo.

 

La cantera y la caverna están situadas a corta distancia del Monte Molió (Monte del Templo) y de la Ciudad de David, es decir la ciudad de Jerusalén en la época salomónica. No es difícil concebir que grandes bloques de piedra puedan haber sido transportados para la construcción del Templo, en forma mucho más cómoda que transportarlos a Jerusalén desde la costa viajando por rutas estrechas y serpenteantes.

 

Para darse una idea del tamaño y peso de los bloques de piedra de los que estamos hablando, mencionaremos el bloque más grande, recién descubierto en las excavaciones que están llevando a efecto a lo largo de la base del Muro Occidental, el gran muro de retención construido por Herodes. El bloque mide 13,6 metros de largo, 4,6 metros de ancho y 3,54 metros de altura y su peso se estima en unas 570 toneladas. Es uno de los bloques de piedra más grandes del mundo. El más grande está en Egipto y pesa unas 700 toneladas.

 

Volviendo a la caverna, en algunas cámaras existen profundas fosas, donde las piedras fueron estriadas en grandes cantidades. Actualmente se han construido barandas alrededor para evitar que el visitante pueda caer en ellas accidentalmente.

 

Cada pocos metros hay nichos excavados en las paredes, donde estaban colocadas lámparas de aceite. Todavía se puede observar trazas de hollín en algunos nichos. También se pueden apreciar bloques de piedra a medio cortar, lo que invita a meditar sobre los acontecimientos que impulsaron a los antiguos picapedreros a abandonar la obra a medio hacer.

 

Otro punto interesante, planteado por William C. Blaine, es que debido a la profundidad de la caverna, casi 90 metros bajo la superficie, el ruido de las herramientas no puede haberse oído en el sitio de la construcción del Templo de Salomón. Esto daría la explicación del versículo 6:7 del Primer Libro de Reyes en la Biblia: “En la construcción del Templo, sólo bloques labrados en la cama fueron empleados y no se oyó en el sitio del Templo, durante la construcción, ni el ruido del martillo ni del cincel, ni de ninguna otra herramienta.

 

Otra leyenda respecto a esta caverna es que en sus entrañas están sepultados los tesoros del Templo, escondidos allí por los sacerdotes cuando el ejército romano dirigido por Tito había puesto a la ciudad bajo sitio.

 

Desde entonces estas murallas han albergado distintas ceremonias de canteros de todo el mundo.

 

Fuentes de Consulta

http://www.wikilearning.com/monografia/el_rey_salomon_y_su_templo-el_rey_salomon_como_constructor_del_templo_de_jerusalen/

http://www.portalplanetasedna.com.ar/codigo03.htm

Isauro Gutierrez

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